IAM/EFE Los niños de la Bahía de Algeciras volverán mañana a hacer sonar miles de latas para espantar al gigante Botafuegos, un malvado que, como siempre, tratará de extender la niebla para que los Reyes Magos no les vean y pasen de largo sin dejarles juguetes.No se sabe cómo ni por qué comenzó el arrastre de latas, una tradición que desde hace más de una década ha cobrado de nuevo vida en las calles de muchos municipios de la comarca y que este año vuelve rejuvenecida gracias a la versión que ofrece un corto de animación en 3D que, además, convierte esta tradición en un canto al reciclaje.
La iniciativa ha partido de Omnium Lab, un estudio de vídeojuegos educativos creado por tres emprendedores de Algeciras y que ha puesto por primera vez cara al Gigante Botafuegos, a través de un corto de apenas once minutos.
Con la participación del Ayuntamiento de Algeciras, la Mancomunidad de Municipios del Campo de Gibraltar y Ecoembes, el corto, coproducido por Onda Algeciras Televisión, tendrá su mejor puesta de largo mañana por la mañana, cuando, en la víspera de la llegada de los Reyes Magos, se celebra el arrastre de latas.
En Algeciras, donde el año pasado la tradición reunió a unas 40.000 personas, se distribuirán 8.000 copias de este corto entre los niños que lleguen al Llano Amarillo, el espacio junto al puerto en el que acaba el arrastre de latas.
En esta ciudad, como en otras muchas de los alrededores, se ha recuperado una tradición que ha pasado de generación en generación y por la que, la víspera de Reyes, los niños recorren las calles arrastrando latas, cacerolas y otros objetos metálicos atados con cuerdas y otros artilugios que, desde días antes, preparan.
La tradición, perdida entre la década de los sesenta y ochenta, se recuperó a principios de los noventa, gracias a una iniciativa de de una asociación de comerciantes local apoyada por el Ayuntamiento.
El profesor e investigador de la tradición y el folclor andaluz Juan Ignacio Pérez Palomares dio el espaldarazo definitivo al crear un cuento que unió una explicación fantástica de la tradición del arrastre de latas y los numerosos testimonios orales sobre gigantes que se escuchan en la zona.
Así este cuento narra la llegada a las montañas de un pueblo marinero que bien podría ser Algeciras de un gigante llamado Botafuegos que se dedica a hacer imposible la vida de sus gentes y que es tan malvado que incluso cubre con una espesa niebla la localidad la víspera de la llegada de los Reyes Magos para que no vean el pueblo y pasen de largo, sin dejar juguetes a los niños.
Unos marineros que llegan al lugar ayudan a los pequeños a urdir una trama vengadora para espantar al gigante gracias al estruendo metálico que provoca el arrastre de la latas y artilugios metálicos.
El corto animado en 3D es una adaptación de este cuento de Pérez Palomares, aunque añade al relato a tres personajes, Luna, Tino y Leo, un grupo de niños que, junto con una simpática mascota alada, participan en la aventura y, al tiempo, encarnan una serie de valores.
Pero, sobre todo, el corto ha añadido a la historia un bloque final que convierte “El Gigante Botafuegos” también en un canto al reciclaje.
“Cada año el arrastre acaba convirtiendo El llano Amarillo de Algeciras en un auténtico cementerio de latas y en un festival de barrenderos limpiando la zona. Nos pareció la excusa perfecta para hablar del reciclaje”, explica el director del corto Alejandro Domínguez.