Unas tres docenas de antiguos dispensarios de marihuana para uso medicinal, que recientemente recibieron permiso de los reguladores estatales para vender la hierba a consumidores interesados sólo en sus propiedades psicoactivas, comenzaron a atender clientes desde las 08.00 hora local (15.00 GMT). La esperada apertura el primer día del año crea un desconocido mercado de cannabis comercial, que según estimaciones de funcionarios de Colorado podría llegar a 578 millones de dólares brutos en ingresos al año, incluyendo 67 millones de dólares en impuestos para el estado. La posesión, cultivo y consumo personal privado de marihuana por parte de adultos es legal en Colorado desde hace más de un año, luego de que los ciudadanos aprobaron una enmienda constitucional. Sin embargo, sólo a partir de este miércoles la cannabis es producida, vendida y sometida al pago de impuestos de forma lícita en un sistema que sigue el modelo de un régimen que varios estados de Estados Unidos usan para la venta de alcohol y que por primera vez en el mundo se aplicará a la marihuana Multitud de compradores hicieron fila la mañana de este miércoles fuera de al menos dos tiendas en Denver, en medio del frío y la nieve, esperando a que las puertas se abrieran. “Quería ser uno de los primeros en comprar marihuana y no ser procesado por ello. Este fin de la prohibición debió ocurrir hace mucho”, dijo Jesse Phillips, de 32 años, quien trabaja en una línea de ensamblaje y fue el primer cliente de Botana Care, en el suburbio de Northglenn en Denver, tras acampar afuera de la tienda desde poco después de la medianoche. Unos 100 clientes que esperaban su turno vitorearon a Phillips cuando hizo su compra, un paquete con cuatro variedades con etiquetas como “King Tut Kush” y “Gypsy Girl” que costó 45 dólares con impuestos. Robin Hackett, de 51 años y uno de los dueños de Botana Care, dijo antes de la apertura que esperaba entre unos 800 y 1.000 clientes en el primer día, para los cuales disponía de 23 kilos de producto.