El balance de este año, muy duro en recortes, reformas y sufrimientos para la mayoría de los españoles, no puede hacerse en base a las simpatías políticas o ideológicas de cada uno, sino fundamentándolo en datos reales y objetivos para saber los efectos que han tenido las decisiones del Gobierno en el bienestar de la gente normal y corriente.
Para hablar de balances nada mejor que la contabilidad nacional, que en el tercer trimestre del año registraba una perdida de 1.3 millones de personas empleadas y un millón más de parados que cuando Rajoy tomó posesión como presidente del Gobierno.
El sueldo medio de los españoles descendió un 2,5% según las estadísticas de la Agencia Tributaria. Uno de cada tres trabajadores cobró en 2013 el salario mínimo interprofesional (645,30 euros/mes) congelado desde 2012, y dos de cada tres autónomos pueden ir olvidándose ya de cobrar alguna vez el paro según los datos conocidos.
La renta nacional disponible -de la que disponemos los españoles para consumir o ahorrar- ha caído unos 11.000 millones en los seis primeros meses de 2013 en relación al 2011. Esa caída en la renta ha perjudicado principalmente a los asalariados, cuyas remuneraciones en los nueve primeros meses de 2013 fue 35.000 millones menos que la correspondiente al mismo periodo de 2011. Una caída que se debe tanto al menor empleo como a la bajada de salarios. La deuda pública española aumentó unos 217.500 millones de euros desde que nos gobierna Rajoy, y la carga de los intereses que pagamos han aumentado un 15%, pese a los ajustes, recortes y austeridad de los presupuestos presentados por el Gobierno este año y el pasado.
En contra de lo que dice el Gobierno, el deterioro de la economía y las rentas se ha repartido muy desigualmente, pues ese deterioro lo están sufriendo en mayor medida las personas más desfavorecidas. Y el papel fundamental de la desigualdad en la catástrofe económica que estamos viviendo ha sido de carácter político.
La tasa de riesgo de pobreza ha aumentado hasta el 28,2 % de la población total y la diferencia entre los ingresos del 20% más rico y el 20% más pobre de los españoles subió hasta el 8,1%. Y siguen aumentando cada día más los porcentajes de las familias que retrasan pagos o llegan con dificultades a final de mes.
Los indicadores sociales de las cuentas nacionales cada día son peores, pero el número de millonarios (personas con un patrimonio valorado en más de un millón de dólares) experimentó entre mediados de 2012 y la primera mitad de 2013 un crecimiento del 13,2%.Este aumento de hasta 402.000 personas millonarias en nuestro país, según refleja un estudio elaborado por la Banca Suiza, se produce en el momento que España alcanza la cifra de casi seis millones de parados.
Los impuestos han subido con Rajoy más de 30 veces y cuatro veces este año el recibo de la luz. La destrucción de empresas bajo su mandato es espectacular: 53.047 menos en 2012, y a mediados del 2013 el número de las que se habían declarado insolventes fue un 27% más elevado que en 2012.
Estos son datos y números, no lo que me parece que ocurre. Y ahora juzguen ustedes si estos datos y números son como para acabar con la recesión y sacarnos de la crisis como dicen Rajoy y sus ministros. Estos datos y números no hacen sino confirmar un año más el retroceso de nuestro país y las permanentes mentiras del Gobierno del Partido Popular. ¿Podemos hacer algo?
Yo creo que sí.