Para el Partido Conservador del primer ministro David Cameron es poco menos que un anatema. Pero en el Partido Laborista, ahora en la oposición, comienza a ganar terreno la vieja tesis de una soberanía compartida hispano-británica en Gibraltar como solución para desencallar el histórico contencioso del Peñón que enfrenta a ambos países, y que se ha envenenado desde la llegada al poder de Mariano Rajoy (2011) y Cameron (2010).
El pasado miércoles, durante un acalorado debate sobre Gibraltar en la Cámara de los Comunes, el parlamentario laborista Peter Hain resucitó el debate de la cosoberanía de la colonia británica, que él mismo impulsó en 2001 y 2002 cuando era secretario de Estado para Europa en el Gobierno deTony Blair. Dirigiéndose al actual ministro británico para Europa, David Lidington, Hain planteó abiertamente desempolvar esa estrategia.
“¿Cuál es su estrategia diplomática para resolver la creciente tensión de los últimos meses?”, preguntó a Lidington. “¿Reconsiderará el trabajo hecho porJack Straw [ministro de Asuntos Exteriores con Blair] y yo mismo durante el Gobierno laborista, que respeta los derechos primordiales de los gibraltareños pero reconoce también que España, uno de nuestros aliados más cercanos,tiene una reclamación histórica sobre Gibraltar?”.
Los argumentos de Hain fueron acogidos con murmullos de desaprobación en los escaños conservadores, desde los que ese mismo día se lanzaron duras amenazas contra Españadespués de la supuesta violación por la Guardia Civil, la víspera, de valija diplomática de Reino Unido en la línea fronteriza de la Verja. Cameron calificó de “extremedamente grave” el incidente, y varios diputados de su partido llegaron a exigir mayor presencia militar en el Peñón e incluso la expulsión del embajador español en Londres, Federico Trillo.
La propuesta de Hain para desempolvar el debate de la cosoberanía de la Roca quedó eclipsada la pasada semana por la virulencia de los ataques a España a raíz del incidente de la valija. Pero hace algo más de una década, con los laboristas en el Gobierno británico y José María Aznar en La Moncloa, Madrid y Londres estuvieron a punto de sellar un acuerdo para compartir la soberanía de Gibraltar. Ahora, el Partido Laborista ha desempolvado ese plan.
Hain ha asegurado a El Confidencial que su propuesta la hizo “a título personal”, evitando corroborar si el Partido Laborista la apoya. Fuentes oficiales de la formación que dirige Ed Milliband, por su parte, no han querido confirmar ni desmentir si respaldan la propuesta de Hain. Pero lamentan que el Gobierno de Mariano Rajoy “haya causado una crisis fronteriza absolutamente innecesaria. Rajoy debería recordar cuáles son las obligaciones de España bajo los tratados de la Unión Europea y poner fin de una vez a esa crisis”, en palabras de Emma Reynolds, responsable laborista de asuntos europeos, que deja entreabierta la posibilidad de un futuro pacto de cosoberanía si Madrid pone fin al “acoso” a los gibraltareños.
Ese acuerdo estuvo muy cerca de alcanzarse en 2002, cuando, por iniciativa de Blair y su entonces ministro de Asuntos Exteriores, Straw, Aznar autorizó al jefe de la diplomacia española, Josep Piqué, a entablar negociaciones con Londres sobre la soberanía compartida del Peñón. Las conversaciones, en las que Madrid debía comprometerse a “preservar el estilo de vida de los gibraltareños”, estuvieron a punto de fructificar. Pero tras el relevo de Piqué por Ana Palacio, en el verano de 2002, las negociaciones se fueron a pique. Fundamentalmente porque el ala más dura del Gobierno y del PP reclamaba una soberanía plena sobre Gibraltar.