Según ha informado la Fundación Migres, todas las simulaciones realizadas recientemente en los estudios de población sobre esta especie indican que la andaluza “es una población ascendente y que no existe ninguna probabilidad de que se extinga”, lo que supone que la probabilidad de que el águila pescadora continúe reproduciéndose en Andalucía es del cien por cien,” siempre que no sobrevenga un hecho azaroso e impredecible que los análisis estadísticos no contemplan”. Los representantes de los países implicados (Alemania, Finlandia, Escocia y España) en este proyecto de la Junta de Andalucía son los responsables de establecer las pautas a seguir para lograr el asentamiento de una población reproductora estable de esta especie en la comunidad, de donde se encuentra extinguida como tal desde los años 60 del pasado siglo (en la España continental desapareció en la década de los 80). Este proyecto de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía –que contó con la participación inicial de la entonces denominada Consejería de Obras Públicas– encomendó la dirección científica a la Estación Biológica de Doñana (CSIC) y la dirección técnica y la coordinación a la Fundación Migres; el proyecto, en su fase de reintroducción en la provincia de Huelva, ha contado también con la colaboración de la Fundación Banco Santander, ha explicado la citada fundación. Así, señala que 13 son los territorios ocupados hasta ahora por águilas pescadoras reintroducidas, que han formado nueve parejas reproductoras y han sacado adelante un total de 31 pollos –15 de los cuales nacieron esta pasada primavera–, confirmando así el éxito del proyecto de reintroducción. Durante la última reunión que acaban de celebrar en la provincia de Cádiz, los expertos recomendaron a la Junta de Andalucía adoptar algunas medidas, tales como “un seguimiento intensivo” de la población durante, al menos, los próximos cinco años; instalar más nidos artificiales y plataformas; monitorizar exhaustivamente la actual población y continuar la búsqueda de nuevas parejas y posibles territorios adecuados para la reproducción, tanto en Cádiz y Huelva como en otras zonas con hábitats apropiados para la especie; marcar con anillas de lectura a distancia a los adultos reproductores, y conectar las subpoblaciones de Huelva y Cádiz a través de Sanlúcar de Barrameda. Los investigadores internacionales que participan en el proyecto representan a Finlandia: Pertti Saurola, responsable de la Osprey Foundation y professor of the Natural History Museum of Helsinki; Alemania: Torsten Langgemach, director de Brandenburg State Bird Conservation Centre, y Daniel Schmidt-Rothmund, director del Bird Conservation Centre de Moessingen (NABU/Birdlife); Escocia: Roy Dennis, director de Highland Foundation for Wildlife; y España: Miguel Ferrer, profesor de Investigación de la Estación Biológica de Doñana (CSIC) y Eva Casado, directora de la Fundación Migres, entre otros.HISTORIA DEL PROYECTO Según ha añadido la Fundación Migres, que ha realizado este martes balance en Cádiz junto al delegado territorial de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente de la Junta, Federico Fernández, la reintroducción en Andalucía se ha llevado a cabo en dos puntos, el embalse del río Barbate, en el Parque Natural de los Alcornocales (Cádiz), y el Paraje Natural Marismas del Odiel (Huelva). A su juicio, el éxito del proyecto no sería factible de no completarse la reintroducción propiamente dicha con los trabajos posteriores de gestión llevados a cabo por la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, “que han logrado las condiciones óptimas” para la cría de los ejemplares de águila pescadora mediante la construcción de torres para nidos y posaderos, el seguimiento de las poblaciones, la vigilancia para evitarles molestias y daños, el anillamiento de la especie, entre otros. En 2003 se lograron reintroducir por primera vez cuatro pollos de águila pescadora en Andalucía. Habían nacido en Finlandia y se les había instalado, con seis semanas de edad, en un nido artificial construido a orillas del embalse del río Barbate (Cádiz). Tras esa primera experiencia, se incrementó a una media de 20 anuales el número de ejemplares trasladados. En total, se han reintroducido 182 pollos de la especie: 95 en el sur de la provincia de Cádiz y 87 en el Paraje Natural de las Marismas del Odiel (Huelva). Hasta la fecha, el balance del proyecto es “altamente positivo” y el primer hito alcanzado fue el establecimiento, en 2005 y 2006, de una pareja reproductora en el embalse del Guadalcacín, a unos 20 kilómetros del punto de liberación establecido en el sur de Cádiz. El segundo hito, según explican, fue la constatación del retorno de aves reintroducidas a sus áreas de suelta, tras una permanencia de dos años en los cuarteles de invernada africanos. En 2009 nacieron los tres primeros pollos; y en 2013 los pollos nacidos de parejas reintroducidas suman ya un total de 31 ejemplares. En base a estos resultados, el grupo internacional de expertos da por finalizada la primera fase del proyecto, consistente en lograr el establecimiento de una población reproductora estable en Andalucía y se inicia ahora la fase de seguimiento. El delegado del ramo, Federico Fernández, por su parte, ha destacado el éxito conseguido y el papel de Cádiz, en donde ha indicado se encuentra la línea que se traza desde Bornos hasta Alcalá de los Gazules como territorio ya de este águila. En esta línea ha apuntado la necesidad de que este éxito “se convierta en un recurso económico y turístico para la provincia al igual que ocurre en otros lugares de Europa, como Escocia”. Ha recordado que fue en Cádiz donde se llevaron a cabo las primeras reintroducciones, en un nido artificial construido a orilla del embalse del río Barbate, con la reintroducción de los cuatro pollos nacidos en Finlandia. El primer hito alcanzado también se registró en Cádiz, con el establecimiento de una pareja reproductora en el embalse del Guadalcacín en 2005. Considera Fernández que este éxito “es fruto de la coordinación de la Junta de Andalucía con investigadores y expertos internacionales”. Representa no sólo la recuperación de una especie, “sino el esfuerzo y la colaboración de Administración y científicos de todo el mundo (entre los que destacan por supuesto Migres) para salvar una especie”. Alemania, Finlandia y Escocia han participado como países donantes para que hoy día el águila pescadora vuelva a sobrevolar el cielo gaditano. También ha querido destacar “las enormes posibilidades que tiene Cádiz para proyectos de reintroducción de especies”, ya que la riqueza del territorio, a la cabeza en parques naturales, y la diversidad de hábitats le convierten “en un lugar idóneo para la recuperación de especies”. Ejemplo de ello son el águila imperial ibérica y el ibis eremita, emblema de la recuperación de una especie cuyas colonias silvestres hemos logrado recuperar tras cinco siglos, ha destacado.