El vicesecretario general del PSOE de Cádiz, Juan Carlos Ruiz Boix, ha mostrado pleno respaldo en nombre de la Ejecutiva provincial, así como también personalmente ha valorado “el enorme sacrificio que le supone a Irene García tener que dejar la Alcaldía de Sanlúcar para dedicarse en exclusiva al partido, una decisión complicada que, cualquier alcalde en su lugar, sabe el dolor que se puede llegar a sentir”. Ruiz Boix ha lamentado que el presidente del PP de Cádiz, Antonio Sanz, haya encajado tan mal “la decisión personal de Irene García” que ha optado por “no restar ni un minuto más de dedicación a los sanluqueños como consecuencia de sus obligaciones como secretaria general en una provincia muy compleja que requiere dedicación exclusiva”. “Irene García se ha desvivido durante este año para atender la Alcaldía y cumplir además con su cometido político dentro del PSOE, a costa incluso de restarle tiempo a su familia”, precisa. Se muestra convencido de que “Irene García aún siendo secretaria general se ha dedicado en cuerpo y alma a Sanlúcar y lo seguirá haciendo y en este sentido, recuerda que al conservar el acta de concejal continuará trabajando por Sanlúcar, aportando su experiencia, pero también lo hará desde una posición tan relevante como la que ocupa dentro del partido”. “Es normal que Antonio Sanz se encuentre incómodo, si antes Irene García y lo que ella representa de renovación del PSOE lo tenían descolocado, ahora a jornada completa en la provincia, le causa un mayor desasosiego, porque él que encarna la vieja guardia de la derecha, queda expuesto y más vulnerable”, ha señalado.También entiende el alcalde de San Roque que “a Sanz no le cuadre la situación ya que en el PP acumulan cargos y cobran sobresueldos, mientras que en el PSOE apostamos por distribuir las responsabilidades orgánicas e institucionales”. Recuerda que “a lo largo de este año, Irene García ha sido objeto de las críticas políticas más ácidas por parte de Sanz, ha sido víctima acusaciones sin fundamento y ha tenido que soportar hasta algunas salidas de tono con tufo machista, así que no nos ha sorprendido que haya salido en su tono habitual de confrontación y descalificaciones, pues lleva todos estos días previos a la configuración del Gobierno andaluz con el mismo argumentario en la cabeza”. Advierte de que “la desafección que la ciudadanía siente hacia la política precisa de un clima de trabajo y cooperación, en lugar de la confrontación que ejerce a diario Antonio Sanz”.Sobre ese “deporte oficial de la espantada”, le recuerda que “el primero en darse a la fuga fue su amigo Javier Arenas tras su fracaso electoral en Andalucía, una escapada que compartió precisamente con Antonio Sanz”, y por lo tanto, “si Sanz se dedica a juzgar a los demás de esa manera, debe hacerlo también con compañeros suyos como Gallardón, Aguirre, Camps y tantos otros”.