El contrato único, por: Ángel Luis Jiménez

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Pensamientos & Reflexiones

El contrato único

El comisario europeo de Empleo y Asuntos Sociales, Lasló Andor, en su visita a España ha sugerido la idea de introducir en la legislación laboral española la fórmula del “contrato de trabajo único” con indemnización creciente.Quienes conocen al comisario de Empleo y Asuntos Sociales de la Comisión Europea, el húngaro Laszló Andor, no se explican como el principal valedor en dicha Comisión de las políticas necesarias para alejar del abismo a los países del sur, se haya podido retratar en España como un autentico neoliberal con su propuesta del contrato único de trabajo, que en el fondo es un contrato precario sin derechos cuyo único fin es facilitar el despido y abaratar los sueldos.El comisario, Laszló Andor, ajeno al rechazo que provocaría ese contrato en España, cometió la torpeza de citarlo como posibilidad para acabar con la segmentación entre trabajadores fijos y temporales. Aunque el comisario venía a España para hablar de cómo combatir el insoportable desempleo juvenil y desgranar un proyecto de empleo o de formación para los jóvenes parados en los cuatro primeros meses que estuvieran desocupados y garantizado por los Estados miembros de la Unión Europea.Desde luego hemos perdido el norte si seguimos creyendo que el modelo de contratación en nuestro país es la causa del abultado desempleo juvenil. En la recesión que estamos padeciendo, el cómo se contrata no debería ser en ningún caso el punto principal del debate abierto sobre el desempleo en España. Además, no tenemos ni que salir de nuestro país para entender cuál es la verdadera razón del problema de la precariedad en el empleo, que no es otra que el modelo productivo de nuestra economía. O si no, por qué las grandes diferencias de paro entre diferentes Comunidades Autónomas, -País Vasco 16% frente a Andalucía con un 36%- si cuentan con el mismo modelo de contratación.Sin embargo, resulta increíble tener que recordarles a las instituciones comunitarias y a los ministros de este Gobierno que la Constitución Española no es papel mojado, sino un texto programático con valor jurídico que hay que respetar. Y resulta todavia más surrealista que desde la Comisión Europea se sugieran propuestas legislativas como la del contrato único que incumplen directivas comunitarias como la 98/59/CE sobre la aplicación del régimen tutelar propio de los despidos colectivos o los artículos 30 y 53 de la Carta de los Derecho Fundamentales de la Unión Europea, sobre el derecho de los trabajadores a la protección frente al despido injustificado o el respeto debido a las exigencias del marco constitucional interno de cada país. Me gustaría que alguien me explicara, porque no entiendo nada, tantas contradicciones de la propia Comisión.

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