TCAM/Salvador Puerto Nunca imaginé que alguna vez cometería la inmodestia de escribir un artículo sobre mí mismo. Sin embargo, los ataques personales que he recibido por el alcalde de Los Barrios, Jorge Romero, me obligan a este ejercicio para defender mi honor y volver a exigirle que deje de cuestionar públicamente aspectos de mi vida privada, totalmente ajenos y anteriores a mi actividad política.
Ahora, alguien no identificado en nombre del PA local me pide que explique ante el Pleno mi intervención sobre el Manifiesto en defensa del Periodismo y mi contratación por RTV Los Barrios allá por el 2001. En primer lugar, me sorprende que “todos” los andalucistas barreños sientan tal curiosidad por mi vida profesional. Aun así, les diré, que podré explicar lo que sea en el Pleno cuando el alcalde permita a la oposición sus intervenciones sin acosos, interrupciones, faltas de respeto o amenazas de expulsión. En segundo lugar, me reafirmo en lo dicho el lunes, con una explicación muy lógica.
Es una absoluta demagogia que un alcalde que ha cerrado un medio de comunicación, con acciones abusivas contra su plantilla, presente él solo un Manifiesto en Defensa del Periodismo que fue enviado a todos los partidos. En mi opinión, es de poca vergüenza (política, torera o la que sea) que quien ha abusado de su poder, maltratando los derechos y la dignidad de los trabajadores de un medio de comunicación (lo que le conllevó dos sanciones de la Inspección de Trabajo) se erija ahora como defensor de la profesión periodística. Como dije en el Pleno, cerrar la RTV Los Barrios fue una decisión política del PA. Totalmente legítima, ya que ellos estaban en el poder, pero lo que no justifica ninguna cifra ni deuda, por más importante que sea, es el maltrato a trabajadores que sólo defendían su puesto de trabajo (algo totalmente legítimo también) haciendo lo que mejor sabían, trabajar.
Me indignó la demagogia del alcalde Romero, qué le vamos a hacer. Será que, inocentemente, creo que en el ejercicio de la política no caben este tipo de actuaciones. Sí que me atreví, es cierto, a hablar no sólo en mi nombre, sino también en el de los vecinos que perdieron un servicio público de información, y en el de mis compañeros de RTV Los Barrios, con los que he sufrido la continua descalificación del ahora alcalde por nuestro trabajo, desde hace años. Además, ya que se trataba la defensa de mi profesión, y aquí hemos tenido un ejemplo claro de ataque a profesionales, me atreví a hablar en nombre de los periodistas que se ven acosados por actitudes y acciones sin escrúpulos como las que protagoniza este alcalde, dignas de un auténtico energúmeno.En cuanto a lo segundo que se me pide, sinceramente, no sé por qué tengo que dar explicaciones de mi vida privada o profesional ante el Pleno, no creo que estemos para eso. No obstante, si éste es el método de Gobierno que entienden los andalucistas, deberían empezar dando ejemplo al resto. Según este criterio, el propio alcalde podría explicar cómo fue su contratación en instituciones (que no empresas) públicas como el Ayuntamiento de Algeciras (cuando, casualmente, gobernaba su partido), o la Mancomunidad, de la que también ha cobrado en varias etapas, sin que muchos sepamos aún cuáles eran sus funciones concretas en ese ente público. En el mismo sentido, la estimada compañera de partido del señor Romero, la señora Elena Andrades, podría aclarar también, por qué no, cuáles fueron los detalles de su contratación en Onda Algeciras como limpiadora y en base a qué estudios o pruebas de selección se produjo su posterior cambio de función a operadora de cámara. Tras haber pasado diez años (casi catorce, con las prácticas como estudiante de Periodismo), relacionado con RTV Los Barrios, no entiendo ahora las dudas de “los andalucistas” sobre mí. El señor Romero, que lleva muchos más años que yo dedicándose en exclusiva a la política, sin otra ocupación aparente, podría haberse cuestionado mi contratación hace ya tiempo.
Es más, dado que me conoce casi de toda la vida, ha tenido ocasiones de sobra para preguntármelo, si tanta era su curiosidad. Por el contrario, si lo que pretende es dañar mi imagen personal y profesional, lanzando una falsa sospecha de fraude en mi contratación, me parecería un comportamiento rastrero, mezquino y alejado de lo que debería ser la labor de un gobernante que ha recibido el apoyo de miles de ciudadanos. No creo que los vecinos le votasen para insultar y menospreciar, aludiendo a aspectos de mi vida muy anteriores a mi entrada en política. Debería tener cosas mejores y más importantes que hacer. Dentro de sus argumentos, el alcalde cometió otro error, afirmar que cuando comencé en RTV Los Barrios había muchos periodistas y estudiantes de periodismo en el pueblo. Pero no le culpo de su error, lo achaco a su profundo desconocimiento de todo lo que concierne al mundo universitario, algo tan absolutamente ajeno y extraño para él, como para mí lo es el mundo de los toros.Mi primera experiencia en el medio local, muchos años antes de siquiera afiliarme al PSOE y aún más de mi entrada en política, fue en el verano posterior a mi primer curso de Periodismo, en el que solicité, al igual que tantísimos otros estudiantes por toda España, realizar prácticas formativas en el medio más cercano, en mi caso acreditadas ante la Universidad de Málaga. Allí comencé ese verano con otros dos compañeros de Ciencias de la Información, de los que yo era el único en la Licenciatura de Periodismo. Por eso fui el primer estudiante de esta rama en ofrecer sus servicios en nuestra RTV. Por ninguna razón extraordinaria, sólo porque (y no creo estar equivocado) era el único de mi promoción en el municipio. Sólo varios años después, ha habido otros paisanos más jóvenes que yo que también han optado por esta carrera, formándose en Málaga o Sevilla, a los que tengo el placer de conocer. Finalmente, no creo que tenga que disculparme por defender mi profesión y a mis compañeros.
Honestamente, creo que lo mucho o poco logrado en mi vida lo he conseguido a base de esfuerzo y trabajo en mis estudios y mi profesión, como cada hijo de vecino. Intentando cumplir con mis obligaciones de la mejor manera posible (con días mejores y peores como todo el mundo). Soy periodista, por más que Romero diga lo contrario. Ésa ha sido mi vocación desde la infancia y para eso me preparé en mis años de estudiante y ejercí como tal después. Mi actual actividad política no deja de ser uno de esos caminos sorprendentes a los que te lleva la vida, que empecé hace poco más de año y medio con el único objetivo de poner mi granito de arena a que las cosas mejorasen en mi pueblo. Y aquí seguiré, mientras me apetezca y me sienta legitimado por el apoyo de los ciudadanos y mis compañeros, aunque tenga que aguantar ataques personales, insidias y actitudes fascistas. No cuestiono al que haya intentado mil vocaciones (de panadero a novillero, pasando por jornalero y empresario) y no ha tenido suerte en ninguna otra más que en la política; allá cada uno con su vida. Mis críticas a Romero siempre se han limitado a sus actuaciones y su actitud como gobernante, porque considero que hasta ahí llega mi obligación como miembro de la oposición. No voy entrar a valorar ni a cuestionar la profesionalidad de cada uno en su oficio, si es que lo tiene, ni la vida privada de nadie, porque ni me importa lo más mínimo ni quiero que sea mi estilo de “hacer” política. Los que me conocen saben que nunca me he creído más que nadie, pero no voy a consentir que un individuo, ya sea alcalde, ministro o rey, ataque mi dignidad personal y profesional impunemente. De ahí el “Ya está bien” del inicio, porque ya basta de insidias y ataques personales que no solucionan nada a los ciudadanos. Ésa no es la política que necesita ni merece el pueblo de Los Barrios.
Salvador D. Puerto AguilarPeriodista y concejal del Ayuntamiento de Los Barrios por el Partido Socialista Obrero Español