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La vicepresidenta de la Comisión y responsable de Justicia, Viviane Reding, ha confirmado en respuesta a una carta del secretario de Estado de Asuntos Europeos, Íñigo Méndez de Vigo, que la “posición oficial” del Ejecutivo comunitario es que si Cataluña se independiza quedará fuera de la UE. En su misiva, Méndez de Vigo pedía a la Comisión que se manifestara con una única voz sobre la posible independencia de Cataluña y su impacto en la UE. “La vicepresidenta Reding, en su respuesta a una carta del ministro De Vigo, reafirmó la posición oficial de la Comisión sobre la cuestión de la independencia de Cataluña, tal y como ha sido expresada en varias ocasiones”, ha explicado la portavoz de la responsable de Justicia. Esta “posición oficial” -expresada en una respuesta parlamentaria de 2004 por el anterior presidente de la Comisión, Romano Prodi- sostiene que “cuando una parte del territorio de un Estado miembro deja de ser parte de ese Estado, por ejemplo porque el territorio se convierte en un Estado independiente, los Tratados ya no se le aplican”. “Una región independizada se convertiría, por el hecho de su independencia, en un país tercero respecto a la Unión y los Tratados, desde el día de su independencia, ya no se aplicarían a su territorio”, según el análisis del Ejecutivo comunitario. El nuevo país podría pedir la adhesión pero para ello necesita el acuerdo unánime de todos los Estados miembros. En una respuesta más reciente de agosto de este año, el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, asegura que si Cataluña se declara independiente, la ciudadanía de la UE ya no se aplicaría a sus habitantes. “La ciudadanía de la UE se suma y no sustituye a la ciudadanía nacional (esto es, la ciudadanía de un Estado miembro de la UE”, explica Barroso. “En el caso hipotético de una secesión de parte de un Estado miembro, la solución deberá encontrarse y negociarse en el marco del derecho internacional”, añade.