TCAM-ALGECIRAS/F.G.
Los algecireños llevamos más de cinco años en los que el Club Hípico Botafuegos es noticia con los juzgados de por medio y sin saber qué carta quedarse con relación a la pregunta ¿Quién o quiénes son los malos de la película rodada en los escenarios Botafuegos y el Ayuntamiento?Una “película” que tiene el siguiente argumento: Un alcalde andalucista firmó la licencia; un alcalde socialista lo inauguró; otro alcalde socialista inició el proceso obligado por una denuncia de Agaden y un alcalde del PP no se define y organiza eventos partidistas y municipales en el Club, mientras el Ayuntamiento que preside pleitea contra su propietario, José Galán, quien se defiende como un gato panza arriba, harto de promesas incumplidas y de lo que para él son ilegalidades y hasta presuntas corruptelas que ha denunciado por activa y por pasiva. Tirando de archivo y de cara a centrar la imagen de lo ocurrido, resumimos brevemente la historia en torno a Botafuegos:En el 2002 el empresario algecireño, José Galán, presentó un proyecto para la construcción de un Club Hípico en la zona de Botafuegos, proyecto que fue aprobado en su día por el Ayuntamiento, concediendo de este modo la oportuna licencia de obra y que firmó el por entonces alcalde de Algeciras, el andalucista, Patricio González. Años más tarde, el Club Hípico, que llevaba el nombre de la zona donde se ubica, Botafuegos, fue inaugurado por el alcalde socialista, Juan Antonio Palacios. EL PROCESO JUDICIALParte del año 2007, con la imputación del ex alcalde Patricio González, por ser quién firmó la licencia de obras en 2002, sin informe jurídico y sin que se declarara la utilidad pública. Ello motivó la denuncia del grupo ecologista Agaden en un doble sentido: la penal y la que pedía que se revisara de oficio la licencia. El Ayuntamiento tuvo que hacer, de hecho, esa revisión de oficio porque el dictamen del consejo consultivo vino diciendo que esa licencia era ilegal. Posteriormente el proceso judicial entró en un asegunda fase, en la que el propietario construyó unas pistas de pádel y una zona de deportes, que no contaban con licencia, sino que el constructor en 2004, pidió informe de viabilidad urbanística y amparándose en dicha información no vinculante la puso en marcha. Luego, pidió la legalización, a la que el Ayuntamiento no contestó y eso se dio como silencio administrativo negativo. La presenta prevaricación viene dada porque se dio la primera licencia en suelo no urbanizable y también por el informe de viabilidad, con la salvedad de que se trata de una mera información urbanística.IMPUTADOSLa Fiscalía de Medio Ambiente del Campo de Gibraltar ha ampliado a once el número de imputados por presunta prevaricación como consecuencia de las diligencias abiertas en el caso relacionado con la licencia urbanística del Club Hípico Botafuegos. En concreto, dicha ampliación de diligencias afecta a los ex concejales Francisco Calvo y Gabriel Orihuela, como miembros del consejo de gestión de la Gerencia; a Ana Núñez de Cossío y Olga Muñoz, por haber intervenido en todos los actos; y al propio constructor, José Galán, por entender el fiscal que coopera en la prevaricación. El constructor, José Galán, defendió la legalidad de sus actuaciones, aclarando que pidió permiso a la Confederación Hidrográfica del Sur, y significando: ¿por qué no alegaron que no se podía construir cuando salió a exposición pública, sino seis años después? Y tras interrogante en torno a ¿cómo y cuándo acabará el proceso judicial en marcha?, surge la pregunta incómoda: ¿Quién o quiénes son los malos de la “película” sobre el Club Hípico Botafuegos?