TCAM-ANDALUCÍA/M.J.R.
El 85 por ciento de los empleados de Banca Cívica considera que la desaparición de las caja de Ahorros andaluzas, no era necesaria para reestructurar el sistema financiero; además un 88 por ciento teme por su puesto de trabajo y cerca del 90 por ciento observa con nerviosismo los cambios que atraviesa el sector.
Una encuesta elaborada por la Fundación DEAS, del Sindicato CSICA (que representa a 21.000 empleados de las cajas españolas), revela “la preocupación, el miedo y la incertidumbre de un sector castigado por las reformas” que, a juicio del 99% de plantilla, provocará una avalancha de despidos.
El análisis de 650 encuestas efectuadas entre marzo y abril de 2012, a través de internet y telefónicamente, ponen de manifiesto que la reestructuración financiera se ha producido de una manera precipitada y con ausencia total de transparencia. Así lo opina el 73,67 por ciento de los trabajadores, que consideran que su opinión y experiencia no ha sido valorada durante las fusiones y, por otra parte, no han recibido información al respecto.
La mayor parte de la plantilla contextualiza en los dos últimos años los principales cambios que, a su juicio, en ningún caso deberían haber provocado el final de las cajas de ahorro, según un 87 por ciento de los encuestados. La extinción de la Obra Social se vive con ‘preocupación y nostalgia’.
“Nunca deberían haber entrado los políticos a manejar y utilizar a las Cajas para su propio beneficio, bien político o personal. El sector financiero en general debería haber sido más moderado en las inversiones a lo loco y en una competencia absurda”, así lo ha indicado en la encuesta un empleado de Banca Cívica.
Los empleados consideran ésta la mayor pérdida del proceso, así como la exclusión financiera que se producirá por la desaparición de las cajas, que opinan que es consecuencia de la nefasta gestión de los equipos directivos y de la injerencia política. En este sentido, el 72,75% apunta hacia los políticos como principales responsables de los cambios surgidos en el sector.
Temor en Unicaja
En la entidad financiera de Unicaja, un 60 por ciento de sus empleados se sienten presionados y culpan a los políticos de esa situación, tal como indica la encuesta de la Fundación DEAS. Además, el 89 por ciento de los trabajadores de Unicaja observa con nerviosismo la transformación de un sistema financiero que propicia la extinción de la Obra Social de las ya desaparecidas Cajas de Ahorros españolas.
Casi el 93% de la plantilla de Unicaja considera que la desaparición de estas entidades no era necesaria para reestructurar el sistema financiero, un 92,86% teme por su puesto de trabajo y cerca del 90% observa con nerviosismo los cambios que atraviesa el sector.
A la pregunta de si se podría haber evitado la desaparición de las tradicionales cajas de ahorro, un empleado de Unicaja ha afirmado que se podrían haber salvado “eliminando poder a los políticos en los Consejos de Administración de las Cajas, es decir, tener menor valor de representación en las Decisiones”.
Reforma financiera
La reforma financiera ha provocado un ambiente tenso dentro de las oficinas, así lo señalan los datos extraídos del estudio que indican que más de la mitad de encuestados confiesan sentir malestar en sus puestos de trabajo y presión por parte de los directivos y de los clientes. Un bajo estado de ánimo que se ve agravado por el temor a la movilidad geográfica y en el peor de los casos, a la pérdida del puesto de trabajo, como ha señalado el 88,89% de empleados que cree que puede quedarse en la calle.
Como conclusión del análisis realizado, es significativo el 96% de encuestados que consideran que se van a producir recortes de plantilla en su propia caja. un dato que refleja el sentimiento generalizado de temor y presión que, día a día, viven los protagonistas y principales afectados de la reestructuración financiera.
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