El Juzgado de lo Penal 3 de Granada ha condenado a una multa de 200 euros por una falta de daños a un policía local de Puebla de Don Fadrique (Granada) que mató de un disparo a un perro pequinés que se encontraba durmiendo en la puerta de entrada de la vivienda de su dueño, al que tendrá que indemnizar con 225 euros, cantidad en la que se valoró pericialmente el can.
Sin embargo, el magistrado le absuelve del delito de maltrato animal del que estaba acusado, ya que entiende que el agente no empleó ensañamiento y, pese a que su actitud fue “contraria a toda sensibilidad y respeto por los animales”, considera que no ha quedado acreditado que aumentara “deliberadamente” el sufrimiento del animal, según consta en la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press.
Lo que se declara probado en el fallo es que sobre las 16,00 horas del 12 de mayo de 2009, el acusado, que se encontraba prestando servicio como agente de la Policía Local en el municipio granadino de Puebla de Don Fadrique en el vehículo policial, avistó al perro tumbado y durmiendo cerca de la puerta de entrada de la casa de su propietario, tras lo que disparó contra él con un arma de fuego causándole la muerte y después lo arrojó a un contenedor de basuras. No ha quedado acreditado, según el juez, que amenazara a un vecino, por lo que le absuelve también del delito de amenazas del que se le acusaba inicialmente.
Para el magistrado, el policía dio muerte al perro de “manera injustificada”, con independencia de sus motivaciones y aunque hubiera recibido órdenes del alcalde para apresarlo, ya que, “o bien pudo haber empleado un medio menos violento para la captura del animal y no recurrir a darle muerte o, en caso de imposibilidad, hacer las gestiones oportunas para dar aviso a la perrera”. Sin embargo, en este caso, según el juez, no procede contemplar el tipo penal de delito de maltrato animal, sino una falta de daños, según se señala en el fallo, contra el que cabe recurso de apelación.
Durante el juicio, el pasado 17 de febrero, el policía local declaró que lo hizo “para evitar un mal mayor” porque el can “era un peligro” y negó ser un “maltratador” de animales porque, “de hecho”, le “encantan”.
Relató entonces que decidió acabar con la vida del perro, de nombre Coke, a raíz de que el alcalde del municipio, Jesús Amarrio (PSOE), le ordenara su captura tras recibir varias quejas de vecinos sobre su supuesta agresividad, ya que “se tiraba a los niños” y había “espantado” a un rebaño de ovejas, declaró en la vista, la primera que se celebraba en España contra un policía local por matar a tiros a un perro.
La Fiscalía de Granada pedía para él cuatro meses de prisión y multa de 300 euros por un delito de maltrato animal, además de una indemnización para el dueño del perro de 225 euros y otros 500 por los daños morales derivados de su pérdida.
La acusación particular, ejercida por la protectora de animales ‘El refugio’, solicitaba una pena de un año de prisión por un delito de maltrato animal y otro por un delito de coacciones.
Fuente: Europa Press