El Ayuntamiento apoya la celebración de los 75 años de permanencia en la ciudad de la comunidad salesiana. El colegio de esta congregación acogió anoche el acto de apertura de la programación, que incluyó una eucaristía y un pregón ofrecido por el inspector provincial salesiano, Francisco Ruiz.
Francisca Pizarro, concejal delegada de Educación, ostentó la representación municipal en este primer evento. En su intervención felicitó a la comunidad salesiana por su trayectoria: Este centro educativo ha servido y sirve muy bien a nuestra ciudad. Los Salesianos imparten valores sólidos y útiles para que la sociedad en la que participamos crezca y se desarrolle.
Y añadió: Su participación en la vida algecireña no se ha limitado sólo a impartir educación, a formar a miles de niños y niñas en sus aulas, sino que estas paredes que nos cobijan han acogido actividades ciudadanas, desde asambleas muy señaladas del Algeciras Club de Fútbol hasta pregones de Semana Santa, pasando por sesiones culturales que, sobre todo en los tiempos finales del franquismo suponían verdaderas bocanadas de aire fresco.
La edil concluyó señalando que contar con los salesianos en Algeciras desde la década de los años treinta del pasado siglo, sólo ha arrojado beneficios para nuestra ciudad, y lo que esperamos de vosotros no es otra cosa que sigáis en ese camino.
El inspector provincial salesiano Francisco Ruiz hizo balance en el pregón que leyó en el colegio católico. Ruiz, que se mostró orgulloso de ser pregonero de esta cita, realizó un recorrido histórico de este movimiento desde que se asentara en este municipio en 1934 con la misión de encargarse de las iglesias de La Palma, San Isidro y El Carmen. Recordó que dio sus primeros pasos con una población de 30.000 habitantes a los 115.000 de hoy.
Personajes importantes fueron recordados, Sebastián María Pastor, el que inició esta obra en la ciudad, y de Pascual Cervera, la persona que buscó los medios para que se hiciera realidad. Explicó que también nació como respuesta al entenderse que la situación de la moral católica era deficiente en el Campo de Gibraltar. Cervera relató por aquel tiempo que hacía falta la llegada de los Salesianos por la indiferencia católica que había y que había movimientos protestantes y anarquistas que había que contrarrestar con un colegio religioso.
Informó que este centro educativo se intentó situar en el Paseo de la Conferencia, aunque al final se adquirió una antigua fábrica de calzado por 40.000 pesetas. Habló de que en un tiempo record -una tres horas- se adaptaron varias estancias para clases y un comedor en una fonda de la calle Alameda.
Marcó como un hito una fiesta del Corpus. “Fue una manifestación de fe. Quedó claro que aquellos religiosos iban a dar mucha importancia a la eucaristía y a la Virgen. Los primeros salesianos supieron ilusionar”.
Dijo que aquella semilla fue creciendo con la llegada del nuevo colegio, con el inicio del Bachillerato, con más infraestructuras y con su vinculación con el deporte, la Semana Santa y los movimientos asociativos y religiosos. Puso como ejemplo de crecimiento que en 1969 había 700 alumnos y en 1977 ya se superaba el millar. “El árbol había crecido y estaba cargado de frutos. Miles de algecireños han hecho realidad ser buenos cristianos. Ha servido para hacer una sociedad mejor y se ha luchado para llevar la educación a los sectores más populares”.
Concluyó que el mayor reconocimiento que habían recibido los salesianos en estos 75 años de vida había sido el cariño de los algecireños. “Estamos orgullosos del pasado y del presente y queda trabajar por un futuro esperanzador. Hay que tener la mirada puesta en los siguientes tiempos, pedir para continuar con la labor y seguir trabajando y rezando a María Auxiliadora para que nos siga ayudando y protegiendo”.