Escrito por Álvaro López
En el año 2001 nació Gloria Thomas, una niña a la que le fue diagnosticado un eccema. A pesar de ser una enfermedad con una curación sencilla, contando con las complicaciones que tiene al tratarse de un bebé, sus padres decidieron no seguir el tratamiento que le fue prescrito.
Su padre, Thomas Sam, era profesor de homeopatía en Australia y le aplicó, exclusivamente, remedios homeopáticos. El resultado: Gloria falleció con nueve meses de vida.
La doctora Margarita Souviron explicó, ante esta historia, que puede haber muchos casos aislados, en los que la homeopatía pudo estar mal prescrita, no se puso el remedio necesario o estaba la enfermedad en un estado muy avanzado. Pero ya ha habido multitud de casos, y eso preocupa a los científicos.
Otra historia similar es la de Penelope Dingle. Tenía cáncer de colon y su terapeuta homeopática, y probablemente su marido, conocido promotor de remedios alternativos en la televisión australiana, le convenció para que se sometiera a un tratamiento exclusivamente homeopático. Murió entre horribles sufrimientos, hasta el punto de que sus hermanos solicitaron una investigación oficial. Y similares a estos dos casos hay otros muchos.
En cambio, la doctora Souviron aseguró que cualquier enfermedad puede tratarse con la homeopatía, aunque la curación es otra cosa distinta. El concepto de curación depende del momento en que esté la enfermedad, no solo en la homeopatía, sino en cualquier disciplina, aclaró.
Además, apoyó su argumentación en que existen estudios científicos que prueban la eficacia de la homeopatía. En su favor, estudios realizados, en sus palabras, por el laboratorio Heel o Boiron, que son de los que producen mayor volumen de medicamentos homeopáticos. En su contra, muchos más estudios realizados por científicos que no tienen el interés comercial que, claramente, tienen las revistas que publican estos laboratorios, y que determinan que la homeopatía no produce más que un efecto placebo.
Esta postura es la que defiende Fernando Frías, divulgador científico. Fundamentalmente, el efecto es un placebo, aunque existen otros mecanismos que explican el efecto que parece producir la homeopatía: la regresión a la media, el efecto Hawthorne, la parcialidad de los observadores, etc., pero en estudios controlados, una vez eliminados estos factores, lo único que aparece es un efecto placebo, explicó.
En cambio, la doctora Souviron afirmó que no es un placebo, ya que, en sus 20 años de práctica, le ha dado muy buenos resultados en sus pacientes. Además, es efectiva en niños pequeños que no tienen conocimiento consciente de que están tomando nada. Sin embargo, algunos científicos consideran que, aunque no exista este efecto placebo en niños, muchas dolencias, como el asma o algunos cólicos, se curan con el paso del tiempo o con la llegada de la adolescencia, y se agradece a la homeopatía.
Resulta curioso que muchos medicamentos homeopáticos incluyan principios activos de la medicina convencional. Es incongruente, afirmó Frías. La doctora Souviron explicó que los medicamentos homeopáticos pueden incluir cualquier sustancia, sea sintetizada químicamente, orgánica o mineral, solo hay que saber cómo diluirla y administrarla en una dosis baja, añadió. Frías encuentra otra explicación a la inclusión de estos principios activos: En España, la Administración aún no ha autorizado la venta de ningún medicamento homeopático, pero la tolera. Además, es una estrategia de la mercadotecnica, ya que vender un producto con un principio activo de eficacia comprobada puede ayudar a dar prestigio a los productos puramente homeopáticos.
Sobre el auge en la actualidad de la medicina homeopática, la opinión de Souviron es que estamos volviendo a la naturaleza, a buscar alternativas cuando la medicina más química no es capaz de cubrirlo todo. Frías, aseguró que la razón más importante es un tanto irónica, ya que se debe al éxito de la medicina científica: Nos hemos acostumbrado a esperar que todas las dolencias tengan su tratamiento, y no nos resignamos a los dolores crónicos, efectos secundarios o al hecho inevitable de que conforme envejecemos nos deterioramos.
¿Y es perjudicial la homeopatía? Frías afirmó que, a pesar de que los productos homeopáticos son inocuos, en personas que necesitan un tratamiento médico real, el hecho de sustituirlo por uno homeopático puede suponerle la agravación de la enfermedad o la muerte.
También resulta paradójico que, a pesar de todos los argumentos que esgrime la comunidad científica sobre la homeopatía, algunos colegios médicos, como el Colegio Oficial de Médicos de Málaga, defiendan esta práctica y la acojan. Esto es especialmente lamentable, porque dan una apariencia de seriedad y rigor científico a la homeopatía que no tiene, apuntó Frías.
En los últimos años, la homeopatía está entrando fuerte en la universidad, con la cátedra de homeopatía en la Universidad de Zaragoza u otros muchos cursos de posgrado. Hace unos años ni se podía imaginar esto. Creo que debería estudiarse la homeopatía, así como la medicina tradicional china y la fitoterapia, para que cualquier médico que se precie conozca la homeopatía antes de terminar la carrera, dijo Souviron.
La homeopatía, si quiere tener validez científica, deberá probar de forma consistente que no es solamente un efecto placebo. La doctora Souviron explicó que la homeopatía se basa en los principios de Hipócrates, es decir, que semejante cura a semejante, pero utilizando dosis infinitesimales. Y es que en una disolución con una concentración de la sustancia menor a 10 elevado a -30, es decir, como sucede, como mínimo, en la mayoría de los medicamentos homeopáticos, es imposible que exista ninguna molécula de la sustancia original por lo que se deduce del número de Avogadro.
Pero es que, según aseguran los homeópatas, cuanto menor es la concentración de la sustancia, mayor es su efecto. Es una de las grandes contradicciones que existen entre la homeopatía y la ciencia: que la no sustancia en un producto homeopático pueda curar enfermedades.
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