El cometa del siglo hoy también podrá verse

El cometa C/2023 Tsuchinshan-Atlas volvió con todo su potencial, ayer el cometa alcanzó su punto máximo de acercamiento a la tierra, y poco a poco irá bajando su brillo, pero hoy en un cielo “despejado” de nubes ha sido posible verlo a simple vista. Es la foto del día…de anoche.

¿Por qué ha recibido el nombre de ‘cometa del siglo’?
Si bien son muchos los cometas que orbitan alrededor del Sistema Solar, algunos de ellos llaman particularmente la atención de la comunidad astronómica, y Tsuchinshan-ATLAS es uno de ellos.

Formado, como el resto de los cometas, a partir de los restos del proceso de creación de nuestro sistema planetario hace aproximadamente 4.500 millones de años, este posee de varias características que lo hacen único y le otorgan el potencial de convertirse en el cometa más espectacular del siglo XXI.

Es un cometa no periódico, y por tanto es probable que su trayectoria lo acerque a la Tierra una sola vez.
Procede de uno de los puntos más lejanos del Sistema Solar.
Es un cometa especialmente rápido, que viaja a 290.664 kilómetros por hora.
Podría brillar más que la mayoría de estrellas porque su núcleo es relativamente grande (entre 6 y 15 km de diámetro) y pasará muy cerca del Sol y de la Tierra.
Además, este brillo podría ir en aumento a medida que se acerque a nuestro astro rey, y a una distancia de hasta 0.56 unidades astronómicas de nuestro planeta.

Sin embargo, el comportamiento de los cometas es impredecible a medida que se aproximan al Sol, y los expertos ya habían avisado de que el hielo que forma la superficie de su estructura podría llegar a calentarse y fragmentarse, alterando su apariencia.

¿Se está desintegrando?
Este proceso de desintegración, conocido como la sublimación de hielos, parece haber empezado a ocurrir. Así lo afirmaba el astrónomo y experto en cometas de la NASA Zdenek Sekanina en un artículo publicado hacia principios de julio, donde vaticinaba que el cometa colapsaría más pronto que tarde.

La luz que emanan los cometas no es propia, sino que reflejan la luz solar a través de estas partículas de hielo y, por tanto, cuanto más grandes sean y más hielo contengan, más capacidad tendrán de llegar a ser muy brillantes.

Gracias a su posición cada vez más cercana al Sol, se ha podido calcular que A-3 Tsuchinshan podría, efectivamente, desintegrarse antes de alcanzar el perihelio. Según el doctor Sekanina, aproximadamente 160 días antes de alcanzar el perihelio A-3 Tsuchinshan ya mostraba señales de un cese de aumento de brillo, una cola inusualmente estrecha, y otros indicativos de que su núcleo podría estar fragmentándose.

Pero no todos los astrónomos están de acuerdo con su visión, y algunos piensan que Sekanina no tuvo en cuenta factores como el ángulo que existe entre la luz incidente en el cometa y la luz que este refleja hacia la Tierra, llamado ángulo de fase, que influye enormemente en el brillo que percibimos.

Teniendo en cuenta estos datos, nuevas observaciones del cometa hechas semanas después de la publicación del artículo del experto de la NASA indicarían que el cometa todavía brilla a una magnitud de 9.0, y los astrónomos calculan que debería sobrevivir al perihelio.

¿Cuándo Y CÓMO se podrá ver?
Considerando su supervivencia a la aproximación al Sol, está previsto que el cometa alcance su perihelio alrededor del 28 de septiembre de 2024, y su punto más cercano a la Tierra el 12 de octubre, tan solo unas semanas después.

Entre ambas fechas el cometa será visible en el cielo nocturno, a simple vista o desde pequeños prismáticos, pero esta visibilidad disminuirá considerablemente a partir del 12 de octubre. Se podría ver desde ambos hemisferios, aunque será más fácil de localizar desde el hemisferio sur y cerca del amanecer, debido a su baja altura. En el hemisferio norte, se recomienda buscar lugares elevados y orientados hacia el este. La mejor forma de localizarlo será buscar entre las estrellas de la constelación de Leo.

¿De dónde proviene?
El nombre oficial de este cometa, C/2023 A-3 (Tsuchinshan-ATLAS), nos indica todos los datos referentes a su descubrimiento: lleva una C/ porque no es periódico, y se avistó por primera vez durante la primera quincena de enero de 2023 por el Observatorio Astronómico de Zijinshan, en China, y más tarde durante la segunda quincena de febrero, por el Sistema de Última Alerta de Impacto Terrestre de Asteroides (ATLAS), en Sudáfrica.

Su procedencia es la nube de Oort, un colosal conjunto de entre 1.000 y 100.000 objetos astronómicos compuestos de hielo, metano y amoníaco que pueden alcanzar dimensiones muy superiores a la de nuestro planeta, y que se ubican más allá de la órbita de Neptuno, a casi un año luz de distancia del Sol.

Con el tiempo, y a una velocidad especialmente rápida, el cometa se ha ido aproximando a la Tierra abriéndose paso a través del Sistema Solar.