La planta afectada es la de Tahara, en la provincia de Aichi (centro de Japón), la única donde se ensambla el GX460 y donde se producen otros modelos SUV (Sport Utility Vehicle), que no se verán afectados por la suspensión. Toyota ha tomado esta decisión tras suspender las ventas del Lexus GX460 en todo el mundo por el informe de la revista estadounidense Consumer Reports en el que se aconsejaba no comprar ese vehículo SUV por el riesgo de vuelco en giros bruscos a altas velocidades. La compañía nipona dijo ayer que está realizando pruebas similares a las de Consumer Reports para contrastar los datos y determinar si existe riesgo por la respuesta del sistema electrónico de estabilidad, aunque recordó que el coche ya ha pasado los requerimientos de las autoridades de EEUU. Desde su presentación en diciembre, se han vendido en todo el mundo 6.000 unidades de ese todoterreno de lujo, la mayoría de ellas en Norteamérica.
Fuente: Cinco Días