Tanto en fútbol como en baloncesto en España es muy complicado romper con la hegemonía de títulos y triunfos del Real Madrid y FC Barcelona. En ocasiones, existen fenómenos que rompen con esos esquemas predeterminados que generan los presupuestos, para alegría del deporte. Para muestra el Atlético de Madrid en la máxima competición del fútbol nacional, ya que cada ciertos años, pone en cuestión el poder establecido.
En el caso del baloncesto, la liga ACB esa rutina se ha visto rota en los últimos años con equipos como Baskonia o Valencia Basket, y este curso hay posibilidades de que vuelva a suceder. Las apuestas de baloncesto otorgan muchas opciones a Unicaja, no en vano los malagueños terminaron la fase regular liderando la tabla.
Los de Ibon Navarro ya se encuentran en las semifinales, después de haber liquidado por la vía rápida su compromiso ante Manresa. Unos cuartos de final sin historia en los que se cumplieron los pronósticos. Su rival en semifinales, saldrá de la serie entre Valencia Basket y UCAM Murcia que se encuentra empatada a 1, aunque con el equipo taronja con el factor cancha a su favor.
Todo hace indicar que esta es la temporada propicia para que Unicaja de Málaga haga algo grande en la Liga Endesa. Todos los aficionados malagueños recuerdan aquella proeza de la campaña 2005-2006 que desembocó con el título de Copa del Rey en las vitrinas del Martín Carpena.
Los números de victorias no engañan, pero lo cierto es que, a favor del cuadro de Ibon Navarro, además de la victoria se encuentra el vistoso juego desplegado para el espectador. Gran actividad defensiva, salidas rápidas al contraataque y un juego vertiginoso en el que rar vez se llega a agotar la posesión.
Los jugadores han comprendido a la perfección lo que les solicita el técnico vitoriano. El roster cuenta con una mezcla de juventud y veteranía necesaria para cumplir con los objetivos, y no solo eso, poder cerrar una temporada que sería tildada de histórica. Especial importancia tiene en la rotación el guerrero de mil batallas Will Thomas.
El jugador norteamericano de 37 años ha conseguido establecer en Málaga su última parada antes del retiro, y lo está realizando de una manera excelsa. Ofrece minutos de mucha calidad con su gran visión de juego y sus acciones al poste. Un ala pívot a la vieja usanza que sigue demostrando que tiene baloncesto en sus manos para mucho tiempo.
Con estos mimbres, Unicaja de Málaga está a dos eliminatorias de conquistar el título de la Liga ACB. Tras una temporada regular para el recuerdo, es hora de que Ibón Navarro y los suyos completen una tarea que quedaría marcada para siempre en la retina de sus aficionados.