El Ayuntamiento de Algeciras ha convocado una concentración en recuerdo de las víctimas de los atentados yihadistas cometidos el 25 de enero de 2023, hace justo un año, en la ciudad y que costó la vida del sacristán de la iglesia mayor, Diego Valencia, resultando herido de gravedad el vicario de la Capilla de San Isidro, padre Antonio Rodríguez Lucena, fallecido el pasado mes de octubre a causa de una enfermedad que no se encuentra relacionada con aquel fatídico suceso.
El alcalde algecireño, José Ignacio Landaluce, ha explicado que la convocatoria ha sido fijada para las ocho menos cuarto de la tarde del próximo jueves en la Plaza Alta, y que será llevada a cabo con el visto bueno de la familia de Diego Valencia.
Así, desde el Consistorio se ha dado traslado de esta decisión a todos los grupo políticos que conforman la Corporación municipal, al tiempo que se invita a colectivos sociales y ciudadanos en general a que se sumen a este acto de homenaje a la memoria de las víctimas y de repulsa ante cualquier tipo de violencia.
Cabe reseñar que tras la concentración, a las ocho de la tarde, dará comienzo en la Iglesia de Nuestra Señora de la Palma una misa funeral en recuerdo de Valencia quien fuese sacristán de este templo y que resultó asesinado tras sorprender a su asesino confeso en el interior del mismo.
La carta comienza exponiendo la gratitud de la familia, pero también su dolor: «Este jueves, se cumple un año de la muerte de nuestro padre y esposo, Diego Valencia. Han sido doce duros meses en los que toda la familia ha añorado su figura, y recordado las fatales circunstancias en las que falleció. Lo hemos hecho desde el recogimiento que nos demandaba nuestro estado de ánimo, si bien hemos sido conscientes en todo momento, del apoyo que amigos y personas desconocidas nos han hecho llegar. Es el momento de agradecer a todos ellos su generosa cercanía y desinteresada solidaridad, sin las que, sinceramente hubiera sido difícil soportar el dolor generado», aseguran sus familiares más directos.
«En nombre de la familia, queremos hacer extensible nuestro agradecimiento al Obispado de Cádiz y Ceuta, medios de comunicación y al conjunto de la ciudadanía y autoridades, quienes nos trasladaron de forma unánime su pesar por el fallecimiento y Diego, y le rindieron cariñosos y póstumos homenajes en su memoria. Estamos seguros que nuestro ser querido descansa amparado por la Virgen de la Palma, bajo cuyas imágenes trabajó años como sacristán de dicha iglesia».
Y concluyen: «Que la infinita misericordia de Nuestro Señor se apiade de quienes generan y han generado tanto mal en el mundo, porque como nos enseñó Jesucristo Crucificado, no son conscientes de sus actos. Por encima de ellos, queda la obra de Dios y de las personas que, como nuestro querido y amado Diego, dedican su vida a poner en práctica la palabra del Señor, desde la fe, la esperanza y la caridad»