Un caso preocupante ha salido a la luz en el ámbito de la atención médica en la localidad de Tarifa. Un paciente que sufrió una caída y que se sospechaba había sufrido un derrame cerebral enfrentó dificultades en su atención médica debido a la falta de disponibilidad de pruebas y habitaciones en el hospital.
Según informes, el paciente fue llevado al hospital a través del servicio de emergencia 061 debido a su caída y a la posibilidad de haber sufrido un derrame cerebral. Sin embargo, cuando llegó al hospital, no pudieron realizarle una tomografía computarizada (TAC) debido a que, supuestamente, el protocolo del hospital establece que las pruebas no se realizan durante los fines de semana y solo están disponibles a partir del lunes.
El paciente fue ingresado en observación y, lamentablemente, se encontraba en una sala donde también había pacientes con COVID-19. La falta de habitaciones y la saturación del sistema de salud parecen haber afectado negativamente la atención al paciente. Además, según el informe médico del TAC, el cual finalmente se le realizo el paciente fue diagnosticado con hidrocefalia, una afección médica grave que requiere atención inmediata.
Los familiares del paciente están esperando una consulta con un neurólogo y buscan respuestas sobre la atención médica inadecuada que ha experimentado su ser querido. Este incidente destaca la importancia de garantizar que el sistema de salud esté preparado para atender a todos los pacientes de manera oportuna y efectiva, independientemente de las circunstancias y la disponibilidad de recursos.
El caso también destaca la importancia de la comunicación transparente y efectiva entre los profesionales de la salud y los pacientes y sus familias, así como la necesidad de abordar las deficiencias en la infraestructura y la capacidad hospitalaria para garantizar un sistema de salud eficiente y confiable para todos los ciudadanos.
A fecha 1 de septiembre “Seguimos sin habitación , sin ningún ingreso programado y nadie nos llama, No sabemos qué hacer”
