Landaluce ha insistido en que la única manera de alcanzar acuerdos satisfactorios es apelando a criterios de buena vecindad y la apuesta por hacer prevalecer los puntos en común, muchos más de los que separan a estas dos comunidades a uno y otro lado de la verja. “Nos jugamos mucho, y el futuro de la sociedad del Campo de Gibraltar, que incluye a ambas, depende del entendimiento y de los avances que sean necesarios para crear empleo, riqueza y desarrollo común. Esa es la primera premisa que abandera el PP, sin tener que renunciar por ello a la soberanía”.
“Se trata -continúa el diputado popular- de una cuestión irrenunciable que cualquier jurista sabe que, en tanto no se produzcan cambios legislativos, está regulada por tratados en vigencia como Utrecht, o los posicionamientos avalados por los acuerdos adoptados por Naciones Unidas, por mucho que a Bossano y Caruana les afecte. Fue el propio Reino Unido el que aceptó un acuerdo que, hasta el día de hoy sigue favoreciéndole, en tanto que sigue otorgando el uso y control de la fortaleza y de las aguas interiores del puerto. Nada más, y para España, nada menos”.
De cualquier modo, concluye Landaluce, “y a pesar de las tímidas declaraciones del Gobierno español respecto a su intención de no renunciar a la soberanía, España sigue estando en una situación de inferioridad respecto a la presión que ejercen Gibraltar y Reino Unido. El Gobierno de España, y en concreto el ministerio de Exteriores que dirige Miguel Ángel Moratinos, está siendo especialmente permisivo con las presiones que viene haciendo Gibraltar con el apoyo del Reino Unido, ya que, hasta el día de hoy no ha existido avance alguno para, por ejemplo, hacer efectivo el cumplimiento de la Proposición No de Ley aprobada hace más de un año en el Congreso de los Diputados por la que el Gobierno español mostraba su disposición, primero a no renunciar a la soberanía, y luego a mostrar su disposición de retomar el diálogo en este sentido”.