Tras el Revolte, Citroën vuelve a los concept car eléctricos con el Citroën Survolt, una reinterpretación en clave deportiva del primero. El placer de conducción, así como las prestaciones y el dinamismo del vehículo están asegurados. Rompedor, glamouroso y atractivo, el diseño de este nuevo concept destaca por sus compactas dimensiones (3,85 metros de largo, 1,87 metros de ancho y 1,20 metros de alto) y por su dinamismo y fluidas líneas. Es bicolor y luce matices fucsia y gris, con contornos satinados o brillantes.
El frontal parece sacado de una película de ciencia-ficción. Por encima de la calandra elíptica que preside la delantera con el doble Chevron, encontramos el logo que identifica a los vehículos distintivos de la marca. El capó destaca por sus líneas redondeadas y el toque moderno viene dado por los diodos LED que acompañan a los finos proyectores horizontales.
Los sólidos laterales destacan por los amplios pasos de rueda y por las impresionantes llantas que éstos alojan justo debajo. Cortos voladizos, ancha cintura, unas taloneras en color rosa y la forma ovalada que envuelve las puertas y las ventanillas caracterizan la silueta lateral del Survolt.
La trasera está presidida por un llamativo y gran alerón. Unos grupos ópticos atractivos, el gran difusor, los contornos en rosa y pequeñas rejillas terminan el diseño.
El habitáculo del Survolt, transgresor y refinado -hasta el punto de necesitar verlo para hacerse una idea-, tiene una gran luminosidad gracias a las amplias superficies acristaladas, que contribuyen también a dar una mayor sensación de amplitud.