Palabras de A M O R en lunes. Por José Luis Sampedro

Por María Eugenia Manzano.

Donde quiera que estés, 

Sea cual sea tu condición, 
Trata de ser un amante.
(Rumi)
Un lunes nuevo en septiembre te ofrezco palabras de A M O R. Palabras en las que pararte en medio de la vuelta el trabajo, a la bandeja de entrada repleta de emails no leídos, al nuevo cuadro de clases, al nuevo curso… mientras no dejamos de encontrar arena en nuestros bolsillos. Septiembre es un nuevo comienzo.
Hoy te invito a detenerte sobre estas palabras de A M O R, reflexión de José Luis Sampedro, y tal vez hacer de septiembre un segundo folio en blanco.
Respira.
Quítale atención a la mente.
Vacíate. Haz hueco a lo que está en ti.
Permítete ser. Deja de identificarte.
Atiende. Conecta con la quietud.
Sólo en tu equilibrio interno hallarás tu partitura, tu siguiente ritmo, tu danza… y ahí encontrarás la respuesta.
Confía en lo que está por llegar.
El año ha puesto en la mesa un segundo folio en blanco y será lo que tú quieras que sea.
Que tengas hoy un lunes bueno.
Que estés bien.
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José Luis Sampedro
La vida perenne 
Para mí, la tarea del hombre ha de ser doble: por una parte, la persecución de una trayectoria consistente en hacerse lo que se es, y por otra, frente a lo imprevisible, adoptar una actividad digna de un ser humano. Pero no es que sean dos objetivos diferentes, pues sólo haciéndose se gana dignidad, y sólo dignamente tiene sentido hacerse.
En cuanto a la dignidad, precisaré ante todo que por ello entiendo el talante y el comportamiento que dan sentido humano a lo que la vida arroja sobre nosotros. No podemos evitar la agonía, ni la desgracia, ni el súbito enriquecimiento, ni tantas cosas buenas o malas, como no podemos evitar situaciones en las que hemos de tomar una decisión entre varias posibles. Pero sí podemos afrontar todo esto convirtiendo lo azaroso en algo insertable en nuestra biografía, congruente con lo que somos: casi me atrevo a decir como si naciese de nosotros lo que ha sobrevenido.
Hacerlo nuestro, desprendiéndolo del azar, como << algo que tenía que sucedernos >>, es hacerlo humano. Para mí eso es la dignidad. Con ella somos casi creadores —incluso aprovechando lo imprevisto— de ese hacerse lo que se es en que consiste vivir.
El maestro que necesitas no es el que te forme a su imagen y semejanza. El buen maestro es el que provoque en ti tu propia visión, no la copia de la suya; el que te haga descubrir por ti mismo lo que él no percibirá nunca. No te empeñes en ser lo que no eres sino en alcanzar lo que eres. Medita, si eres mediante, pero danza si eres danzante, como los derviches de Rumi.

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