Y lo es porque en el cruce con la calle Buen Aire, un grupo de adolescentes me recuerda dos cosas: que, a pesar de lo que digan en la tele, la juventud no está echada a perder y que, a unos metros cuesta arriba, se encuentra mi tienda de tebeos favorita.Amuleto posee el encanto de esos comercios algecireños que son más que un negocio, son un punto de encuentro. Nadie va allí con prisa, nadie va sólo a comprar. De hecho, una inmensa mayoría de su parroquia va, sencillamente, a jugar.Amuleto tiene un simpático blog, amuletocomic.blogspot.com. Está escrito con mucha chispa y no hay artículos de relleno, y es que tienen material sobre el que escribir. Su concurso anual de pintura de miniaturas, un hobby que, viendo la foto de la figura ganadora, nadie puede negar que es todo un arte. Una crónica de la última Muestra de Comic de San Roque, donde Amuleto estuvo presente con su stand. Información diversa sobre novedades editoriales o sobre los torneos que se celebran en la sala de juegos del establecimiento. O noticias sobre algunos reconocidos dibujantes algecireños.Y es que algunos de los clientes son algecireños ilustres, reconocidos dibujantes de viñetas que llevan su arte más allá del Atlántico. Como Jesús Merino, dibujante para la norteamericana DC, editorial que dio a conocer a superhéroes como Superman o Batman. O Juanjo RyP, que ha dibujado ni más ni menos que para Allan Moore y Frank Miller, responsables de Watchmen y Sin City respectivamente. RyP trabaja para la editorial norteamericana Avatar Press y es autor del delicioso cartel de la Feria Real de Algeciras del año pasado. También es amigo de la casa Carlos Pacheco, San Roque, mil novecientos sesenta y dos. Uno de los dibujantes de cómic españoles más reconocido en Estados Unidos y miembro fundador de Dolmen Editorial. Un caballero de lo fantástico que ha dibujado para editoriales históricas como Marvel y DC, entre otros, a Superman, X-Men, Los Cuatro Fantásticos o Los Vengadores. Pero no sólo de fantasía vive el hombre ni el cómic son sólo superhéroes. En aquellas estanterías repletas de fantasía hay espacio para la denuncia social, la crónica histórica o los diarios de guerra, porque hay muchas formas de transmitir la cultura y una de ellas son las viñetas.Los viernes por la tarde y los sábados, adolescentes de toda la ciudad se reúnen en Amuleto para jugar al Warhammer, al Yu-Gi-Oh o a otros juegos de mesa fascinantes que generan auténticas legiones de fans a nivel internacional y cuya existencia desconocía hasta que llegué a Algeciras. Si yo fuera el padre de alguno de esos adolescentes, estaría orgulloso de que mi hijo empleara su tiempo libre en desarrollar la imaginación y el ingenio entre sanas amistades. Pasaría por el local para agradecer a Inma, su propietaria, la valiosa oferta de ocio que ofrece a la adolescencia algecireña, tan necesitada de alternativas al botellón. Aprovecharía también para comprar algunas novelas gráficas y de paso le mencionaría lo apropiado del nombre de su establecimiento: Amuleto, fetiche de magia blanca que salvaguarda a una vulnerable adolescencia de la peligrosa influencia del Señor de lo Oscuro. Tal es el poder de atracción de su magia, que los domingos, cuando la tienda está cerrada, grupos de adolescentes se reúnen en las cercanías, muchos de ellos para jugar con sus cartas mágicas sentados en el suelo.
No estoy a salvo de esa magia blanca que atrae a la adolescencia así que, de vez en cuando, me dejo hechizar por los infinitos colores que iluminan el local desde las portadas, vivo en los mundos imaginarios de las novelas de ciencia ficción y saludo a cientos de personajes mágicos que parecen mirarme desde el interior de las vitrinas. Evoco aquel tiempo lejano en que fui adolescente y, como Bastian, quedé atrapado entre las páginas de La Historia Interminable.
Sr. Gilmore