En España se producen unos 35.000 intentos de suicidio al año y las tentativas de suicidio son más frecuentes en las mujeres, aunque los suicidios consumados lo son más en los hombres, según ha informado un comunicado de esta reunión médica. Los especialistas que participan en este encuentro han recomendado la implementación de programas preventivos para reducir estos peligrosos comportamientos ya que, han señalado, las patologías psiquiátricas están presentes en más del 90 por ciento de los suicidios. Según el profesor José Giner, presidente de la Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental (FEPSM), “el sector sanitario debe estar implicado en la detección y prevención de los factores de riesgo relacionados con la conducta suicida”. “Los expertos debemos explorar y profundizar más en el suicidio. La puesta en marcha de programas preventivos de diversa índole es fundamental a la hora de reducir las tasas de comportamientos suicidas”, ha añadido.
Reducir factores de riesgo
Entre las medidas prioritarias recomendadas en este encuentro destacan incrementar la formación de los profesionales sanitarios; restringir el acceso a los principales métodos suicidas; fomentar la concienciación sobre este problema; implementar medidas para reducir factores de riesgo asociados a comportamientos suicidas, como alcoholismo, drogadicción, depresión y estrés, y dar un soporte adecuado a personas con tentativas suicidas o que se hayan visto afectadas por ellas. Con todo, el profesor Giner ha advertido de que la “predicción” de casos individuales de suicidio “sigue siendo una tarea altamente compleja”, aunque se ha constatado que más del noventa por ciento de las personas que se suicidan “cumplen criterios de trastorno mental en el momento del suicidio”. “En el momento actual no existen dudas de que el suicidio es un comportamiento determinado por factores bio-psico-sociales; en los últimos años se ha realizado un gran esfuerzo investigador para tratar de conocer los posibles biomarcadores de este comportamiento y los hallazgos más sólidos provienen de la presencia de niveles bajos de ácido 5-hidroxiindolacético, principal metabolito de la serotonina, en el líquido cefalorraquídeo”, ha concluido el profesor Giner