IAM/Redacción Tan sólo nueve días ha durado la fuga del violador y asesino Guillermo Fernández Bueno, que se escapó durante un permiso de la cárcel de El Dueso (Cantabria). Ayer fue detenido en la frontera de Senegal con Gambia por la Policía Nacional y las Fuerzas de Seguridad senegalesas.
Le acompañaba su esposa, Elena Ruiz, tal y como se sospechaba desde el principio. Ambos viajaban en una furgoneta, característica, con matrícula española y propiedad de la mujer, que había sido identificada tras embarcarla en el ferry de Algeciras con destino a Marruecos. Después, la pareja pasó a Mauritania y luego a Senegal, adonde habían entrado en las últimas horas por un paso no habilitado. Buscaban refugio en Gambia, según detallaron fuentes policiales, pero no se ha podido determinar si ese era su destino final o los prófugos pensaban dirigirse más al Sur.Desde el 22 de julio cuando Fernández Bueno no volvió a la prisión cántabra tras un permiso de siete días, se alertó a la Policía y la Guardia Civil y se lanzó un código rojo vía Interpol para su búsqueda y detención. Había sido condenado a 25 años por violación y asesinato y hasta ese momento siempre había regresado de todos los permisos que obtenía desde 2012.Se conocen en la pastoralElena Ruiz, educadora social, colaboraba en la pastoral penitenciaria de la antigua cárcel de Santander y se cree que fue ahí cuando la pareja se conoció. Poco después formalizaron su relación y desde entonces era ella quien le llevaba y traía de los permisos y quien en cierta medida le tutelaba. Cuando él se evaporó los responsables de la prisión de El Duesotrataron de entrar en contacto repetidamente con la mujer -que ahora se dedicaba a la venta de muebles importados de la India en mercadillos- sin resultado, de ahí que se sospechara que se habían fugado juntos.La Policía Nacional -a través de la División de cooperación internacional y la Sección de Fugitivos- activó a todos sus enlaces, consejeros y equipos de investigación distribuidos por el norte de África en cuanto se averiguó que Elena Ruiz había embarcado su furgoneta en el ferry de Algeciras. Es un vehículo del que la mujer es propietaria desde hace varios años, según la información recabada. Las pesquisas dieron resultado.Los enlaces y equipos policiales destinados en Mauritania supieron en las últimas horas que la pareja había pasado por ese país y se dirigía a Senegal. A partir de ese momento, también se alertó a la Gendarmería y la Policía Judicial senegalesa, Cuerpos con los que existe una estrecha colaboración desde hace años. Fueron estos policías los que descubrieron que Fernández Bueno y su compañera habían entrado en su país por un puesto no habilitado y los interceptaron cuando ya estaban a punto de entrar en Gambia.Si hubieran logrado ese propósito, el resultado no habría sido el mismo. Gambia es en estos momentos un estado fallido con el que la colaboración policial es inexistente. Los senegaleses lo impidieron a mediodía de ayer. Tras detenerlos, comprobaron que Fernández Bueno viajaba con documentación falsa, pero tras cotejar sus huellas que habían sido enviadas vía Interpol se comprobó que era el fugado. Desde ese puesto fronterizo, al Sur del país, los «Bonnie&Clyde» cántabros serán trasladados a Dakar y desde la capital senegalesa serán extraditados a España. Queda la incógnita de si Elena declarará y explicará cómo ha sido la huida y los motivos.No obstante, las fuentes consultadas recuerdan que el delito del preso es un quebrantamiento de condena, castigado con una pena mínima y ella no habría incurrido en ninguna responsabilidad penal por ser su pareja.La fuga de Guillermo Fernández ha causado enorme sorpesa en El Dueso, pese a su historial violento, con dos violaciones y un asesinato. Llevaba 17,5 años de cumplimiento y habría cumplido su pena en 2026. Sobre todo porque desde 2012 había tenido permisos sin causar ningún problema.Sin tercer gradoFernández Bueno ingresó en prisión el 19 de enero de 2001. A lo largo de todos estos años ha pasado por distintas prisiones aunque desde hace ya bastante tiempo estaba en El Dueso. En septiembre de 2017 cumplió los dos tercios de su condena y en octubre de 2019 habría alcanzado los tres cuartos de la misma, que le podía haber abierto la puerta para un tercer grado, aunque muy probablemente no ese mismo año, sino algo más tarde. Con esta fuga se le cierran todas las posibilidades de progresar de grado y además tendrá que responder por quebrantamiento de condena.El permiso de siete días que incumplió era otro más de los que se le venían concediendo. De hecho, fue el juez de Vigilancia Penitenciaria, corrigiendo el criterio de la Junta de Tratamiento, el que le autorizó el primero, ya en 2012. La misma situación se repitió en varias ocasiones: la prisión se los denegaba y el magistrado se los concedía. Esa fue la situación hasta que en 2016 la Junta de Tratamiento decidió cambiar de criterio y comenzar a concederle permisos de salida.Bueno siguió en la cárcel el programa para agresores sexuales, el de vivir sin violencia, había sacado el título de auxiliar de enfermería, era preso de apoyo para la prevención de suicidios y tratamientos de salud mental de sus compañeros y había hecho los cursos de preparación para la salida de permiso. Quería el tercer grado, pero no lo logró.