IAM/Redacción. El Grupo Acerinox suministra acero inoxidable para la construcción de las torres que coronan la Sagrada Familia de Barcelona, que será el edificio más alto de la ciudad (174 metros). Este material ha sido elegido por la respuesta que sus propiedades dan a la necesidad de durabilidad en una estructura de difícil acceso.
Ante la dificultad y el elevado coste que supondría cualquier futura intervención de mantenimiento como consecuencia de la oxidación de una armadura de acero convencional, los encargados del proyecto han confiado en el acero producido por Acerinox.
La cima de la emblemática obra, uno de los iconos de la capital catalana, diseñada por Antonio Gaudí (Reus, 1852 – Barcelona, 1926) a finales del siglo XIX, quedará culminada con acero inoxidable tipo dúplex 2205 (EN 1.4462) que compagina una alta resistencia a la corrosión por picaduras,
muy necesaria en ambientes cercanos al mar, unas altas propiedades mecánicas que proporcionan resistencia y mayor ligereza a los diferentes módulos que se están construyendo.
Las barras de corrugado que compondrán la estructura se producen en la planta de Roldán, una de las dos fábricas de producto largo con las que cuenta el Grupo Acerinox en España y que ya en otras ocasiones ha suministrado material a la obra.
El acero inoxidable está muy presente en el templo, formando parte de los tensores y conectores de los inmensos paneles modulares de las torres, de las barras de anclaje auxiliares o de los soportes que sujetan la piedra, perfilería y cabezas de tesado, así como de los interiores de las estructuras que conforman los mosaicos de piedras irregulares.
El Templo Expiatorio de la Sagrada Familia es un símbolo de la arquitectura española en todo el mundo. Su construcción comenzó en marzo de 1882 y deberá concluir en 2026, año del centenario del fallecimiento de Gaudí.