IAM/Redaccón En la madrugada del pasado viernes un agente de la Policía Portuaria que realizaban las funciones de protección portuaria en el Control de Acceso al Puerto de Tarifa tuvo que socorrer a una joven turista sevillana que gritaba pidiendo auxilio.
Los hechos tuvieron lugar sobre las 05:45 h. en el “Paseo de la Alameda” junto a la entrada al recinto portuario; fue entonces cuando el agente pudo oír unos gritos desesperados pidiendo socorro, dando éste inmediato aviso telefónico a la Policía Local por tratarse de una zona de su competencia.
Pero ante la insistencia de los gritos y la incertidumbre de lo que pudiera estar pasando, el Policía Portuario -en su deber de prestar auxilio-, acudió al lugar de donde procedían los alaridos, pudiendo comprobar entonces que una joven se encontraba rodeada por siete varones y que presumiblemente estaba siendo sometida a “tocamientos”.
A pesar de la inferioridad numérica, pues aún no habían llegado los refuerzos solicitados, este agente no dudó, aun poniendo en peligro su integridad, en mediar entre los presuntos agresores y la víctima, huyendo estos del lugar de los hechos y dejando a la joven en un estado de semiinconsciencia, por lo que tuvo que ser atendida por el agente sinque pudiese identificar a ninguno de los presuntos agresores.
Ante el mal estado de la joven, que se encontraba aturdida y manifestaba no recordar nada, ni siquiera donde se encontraba, y una vez que se contaba con la presencia de una patrulla de la Policía Local, se decidió su traslado al Centro de Salud de Tarifa para someterla a un reconocimiento médico. Se desconoce si dicha joven, a fecha de hoy, ha interpuesto denuncia por los hechos relatados.El Sindicato Profesional de Policía Portuaria –SPPLB- reclama, una vez más, por episodios como este, la necesidad de dotar a los agentes de PolicíaPortuaria de las “herramientas” necesarias para su autodefensa o la de terceros.