IAM/RA Simon McBurney, escritor, director de escena y cofundador del “Théâtre de Complicité”, ha sido elegido este año, para redactar el manifiesto con motivo del día mundial del teatro 2018.
En su mensaje, Simón B. hace mención a lo que dijo Arthur Miller en 1963, en el momento en el que la amenaza de guerra nuclear asomaba su sombra sobre el mundo: “Cuando se nos pide escribir en un momento donde la diplomacia y la política tienen brazos tan terriblemente cortos y débiles, el delicado pero a veces amplio abrazo del arte debe soportar la carga de sostener unida la comunidad humana”.Es obvio que A.M. al hablar del amplio abrazo del arte, siendo él escritor y dramaturgo, también estaba hablando del teatro, de esa comunidad mundial, y de esa especial comunión actor/actriz con el público.Yo pregunto: En esta época de política convulsa y brazos cortos, debemos inclinarnos por un teatro comprometido y contestario, para denunciar la regresión de libertades. O por el contrario, debemos inclinarnos por un teatro burgués y complaciente para anestesiar conciencias.Es obvio que habrá simpatizantes y detractores de uno y de otro tipo, pero lo verdaderamente importante siempre será el teatro. Con él podemos y debemos buscar la libertad. Indagar en los entresijos del alma. Reír con lo absurdo. Denunciar. Aprender de los conflictos humanos. Expresar ideas. Educarnos… Lo dijo Platón: “Si un hombre deja de lado la educación, camina cojo hasta el final de su vida”. Ahí posiblemente radica la razón por la que muchos gobiernos ignoren y hasta desprecien el teatro. Es más fácil contentar a quienes cojean culturalmente, que a quienes son libres para pensar, para discutir ideas, para concebir criterios propios, y tener libertad para expresarse. Eso y mucho más es el teatro.