Tela con las toallitas

IAM/Redacción Verdemar Ecologistas en Acción quiere hacer un llamamiento a la ciudadanía y a los medios de comunicación para efectuar campañas de sensibilización sobre los problemas que se provocan al arrojar a los inodoros las llamadas “toallitas húmedas” y para pedir a las administraciones que actúen ante este asunto dictando normas que eviten que este producto se etiquete como desechable y se indique en los envases que pueden ser arrojados a WC.

 

 

En nuestra sociedades las leyes siempre van detrás de los problemas, a veces muy detrás, y con frecuencia ni siquiera llegan a frenar tanto desmán. Se genera un producto con gran éxito comercial, barato para el consumidor pero que luego acabamos pagándolo entre todos.Un ejemplo claro son las toallitas húmedas, por poco dinero podemos limpiar un pómulo, un mueble o un culito. Si ya su producción, como todo producto de usar y tirar, genera problemas cuando las arrojamos al inodoro los costes ambientales y económicos son desmesurados, atranques en el sistema de alcantarillado y contaminación del entorno.En distintas barriadas de La Línea (Cádiz)  se pone de manifiesto este problema. Sistemáticamente cada vez que caen cuatro gotas las cloacas entran en carga y las aguas fecales entran al río por los aliviaderos.

Aguas que además de llevar materia orgánica arrastran toda la suciedad que en las calles no fue recogida, los residuos sólidos que se arrojan al water, especialmente y, por supuesto, toallitas. La mayoría de ellas van directamente al río para tapizar su fondo, otras quedan atrapadas durante el trayecto a las Estaciones de Depuración, evidenciando así  las suciedades que la naturaleza no puede reciclar en un corto periodo de tiempoLo más grave es que para estimular su consumo las diferentes empresas ofertan las “toallitas WC” que expresamente señalan que pueden tirarse al inodoro y son biodegradables.

El problema está en que necesitan varios meses para degradarse, creándose acumulaciones tanto en las cañerías como en los ríos. Sorprende que aún las administraciones no hayan tomado carta en el asunto, obligando a las empresas para que en el etiquetado se señale expresamente que este producto no debe de ser arrojado al WC. Las entidades encargadas de la depuración de las aguas como Aqualia deberían realizar intensas campañas de concienciación para que no tiren toallitas de ningún tipo al inodoro, evitaremos atranques y la contaminación de nuestro entorno. Verdemar quiere hacer hincapié en los gastos económicos que supone los atascos por las toallitas. “El impacto negativo de este tipo de residuos sobre las infraestructuras de los servicios de agua urbana es una realidad en toda Europa. Arrojar las toallitas húmedas por el inodoro cuesta a los europeos entre 500 y 1.000 millones de euros al año, según datos de EurEau, la asociación continental que engloba a las empresas de abastecimiento y saneamiento.”  Verdemar quiere añadir  que las toallitas húmedas y otros textiles suponen cerca de un 18% del coste adicional para las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales (E.D.A.R.) de una ciudad de tamaño medio, esto suma aún más los gastos en todo el proceso de “manipulación” de las toallitas. Históricamente el principal problema de contaminación aportada en nuestros saneamientos públicos se deriva de los vertidos industriales. Pero cada vez con mayor frecuencia se encuentran más contaminantes ligados al consumo y prácticas asociadas al consumo doméstico y domiciliario. Muchos de estos contaminantes tienen poca capacidad para ser depurados en las EDAR´s convencionales. Verdemar Ecologistas quiere poner en alerta a la población, medios de comunicación, administración y empresas a que se ponga remedio a un producto que está causando un grave impacto ambiental y económico. Es aquí donde entra en juego la conciencia y responsabilidad de cada uno.

Es muy cómodo utilizar el inodoro como un contenedor que “se traga todo”. En ocasiones pensamos que, una vez desaparece arrastrado por el agua de la cisterna, todo se evapora por arte de magia. Pero, lejos de eso, se puede llegar a convertir en un serio problema para la salud del planeta como está ocurriendo e la actualidad. Verdemar  quiere señalar que colocar una papelera cerca del inodoro no tendríamos la tentación de tirar las toallitas u otros materiales no desechables por el WC. Es una manera de reciclaje más. Además, usar la papelera supone un considerable ahorro de agua. Con este gesto conseguiremos contribuir al cuidado del medio ambiente por partida doble.

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