IAM/Redacción La delegada de Participación Ciudadana, Victoria Zarzuela, ha querido realizar las siguientes puntualizaciones: El alcalde de Algeciras solo percibe como retribución su salario como senador, al igual que cualquier otro parlamentario del Estado Español, retribución que es, en todo caso, inferior al sueldo que percibe, según lo establecido legalmente, un alcalde de una ciudad de más 100.000 habitantes y que en 2017 fue de 53.148 euros, la mitad de los que proclama el señor Silva. (Foto Victoria Zarzuela).
Así, no paga ni comidas, ni percibe dietas, ni gastos por viajes en tren o en avión, ni tiene VISA con cargo al Ayuntamiento, lo que jamás ha ocurrido con ningún otro alcalde de la etapa democrática. El alcalde, tal y como figura en el Portal de Transparencia del Ayuntamiento de Algeciras, percibe una indemnización de 10.200 euros que, con independencia de que sea plenamente legal, dedica íntegramente al pago de atenciones que antes se abonaban con cargo al Ayuntamiento. Por ejemplo, la copa a las autoridades de San Fernando en el hermanamiento a través de Paco de Lucía y Camarón en reciprocidad de la que se había recibido allí. Una copa a la que también asistieron, invitados por el alcalde, los concejales socialistas. Igualmente, con esa indemnización, se invita a café a embajadores o cónsules de países extranjeros con interés para el puerto de Algeciras o a los invitados que acuden a la Alcaldía para temas relacionados con el progreso o los problemas de Algeciras. Esta indemnización, completamente legal, también la perciben el resto de concejales incluido Fernando Silva, cuyas retribuciones se generan como asesor del PSOE en la Diputación de Cádiz, aunque, en este caso, no tengamos ni idea de a qué la destina, algo que, por otra parte, nunca criticaremos por ser una indemnización completamente legal. También es legal, aunque esto sí rechina bastante, que Fernando Silva haya sido el político mejor pagado de la Historia del Ayuntamiento de Algeciras, con unos emolumentos superiores a los que han percibido los distintos alcaldes y con una cantidad seis veces superior a la que el alcalde actual destina a atenciones protocolarias que antes salían de las arcas del Ayuntamiento y no del bolsillo del alcalde. Cabe también recordar que cuando el también socialista Salvador de la Encina compatibilizaba sus tareas como diputado nacional y como concejal, percibía igualmente su retribución del Congreso y su indemnización del Ayuntamiento; como también ocurre con los parlamentarios andaluces del PSOE que han simultaneado esta tarea con la de edil algecireño. Ciertamente, la gestión del PSOE fue una ruina para Algeciras, como es el propio PSOE de Algeciras con su secretario general Juan Lozano y su portavoz Fernando Silva. Como dijo Aristóteles, “el castigo del embustero es no ser creído incluso el día que diga una verdad”.Por todo ello, Landaluce es el alcalde más barato y más austero de la democracia, pues pocos alcaldes en España de ciudades tan grandes como la nuestra, no reciben retribución por su labor. También es el más transparente, puesto que la información a la que hace referencia Silva se puede encontrar fácilmente en la web del Ayuntamiento y, así, se comunica al Ministerio de Hacienda, cuestión esta última que no ocurre con alcaldes socialistas de otras grandes ciudades de la provincia.
