IAM/Redacción Agaden premia la labor ambiental de Juan Clavero y “castiga” con su ‘Premio Atila’ a Manuel Morón, presidente de la APBA ¿Qué le parecen los galardones? ¿merecidos? La Pregunta Incómoda está servida.
Los Premios Atila y Laurisilva son unos galardones concedidos desde 1989 por la organización ecologista AGADEN (Asociación Gaditana para la Defensa y Estudio de la Naturaleza). Estos premios son un medio de difusión y reconocimiento que la organización utiliza anualmente para destacar una buena o mala gestión medioambiental a lo largo del año en toda la provincia de Cádiz.El Premio Laurisilva se concede a la organización, entidad o particular que haya llevado a cabo una buena labor o gestión medioambiental, con un cúmulo de méritos que ponga de manifiesto una defensa activa por la conservación y difusión de los valores ambientales de nuestra Comarca y Provincia. En este sentido, en su edición de 2017 ha ido a parar a Juan Clavero, de Ecologistas en Acción.Agaden detalla que “históricamente en la provincia de Cádiz ha habido grandes problemáticas ambientales y grandes retos y logros. Gracias a la intensa actividad y trabajo de personas como el ecologista Juan Clavero se han podido conservar y mantener una provincia con una red amplías de parques naturales y valores ambientales que hoy en día la hacen única y es foco de atracción turística y motor económico y laboral de la misma”.Además, los ecologistas han decidido entregar una Mención Especial a la buena labor ambiental realizada por Fapacsa, una Federación de Asociaciones de Vecinos que está desarrollando un sinfín de actividades, denuncias administrativas, alegaciones y campañas de concienciación, para poner freno al desarrollo “caníbal y desmesurado que el Puerto de Algeciras (APBA) pretende seguir desarrollando en la Bahía de Algeciras”.FAPACSA ha exigido al puerto que “dé un giro de 180º en su desarrollo y cese el continuo relleno de la Bahía de Algeciras y ha apostado por lo que han calificado de alternativa cero, que es no aceptar ningún relleno más en la Bahía de Algeciras”.Premio Atila para la APBAEl Premio Atila se entrega a la organización, entidad o particular que haya llevado a cabo una nociva o mala gestión o labor medioambiental, y que ha generado efectos negativos sobre la conservación del medio ambiente.En 2017 el ‘premio’ va a parar a la Autoridad Portuaria Bahía de Algeciras, recayendo sobre su presidente Manuel Morón “por su empeño en seguir rellenando y desecando la Bahía de Algeciras, en una actitud de desprecio a los valores ambientales de la Bahía de Algeciras, así como a la calidad de vida de los ciudadanos, y en defensa de intereses únicamente económicos”.Según Agaden, Manuel Morón “pasará a la historia como el responsable de que Algeciras haya dejado de ser un pueblo costero, el responsable de que los ciudadanos ya no vean el mar, pero si sufran a diario las agresiones del puerto, la contaminación acústica, los olores a hidrocarburos, la contaminación atmosférica procedente del trasiego de buques, a cambio de nada. El Puerto de Algeciras es actualmente la industria mas contaminante de toda la comarca”.El colectivo ha querido entregar también una mención a la “Mala Labor Ambiental”, que ha ido a parar al Delegado Provincial de Medio Ambiente en Cádiz “por su pésima gestión en la gestión del monte alcornocal con las graves consecuencias de La Seca que ha traído consigo la muerte de millones de árboles en el PN Los Alcornocales”.El colectivo ha denunciado desde hace 25 años “la muerte lenta y progresiva de millones de alcornoques en los últimos 30 años”, ante lo que exige a la Junta de Andalucía “actuaciones urgentes y decisivas”.En este sentido, han expuesto que las medidas llevadas a cabo para frenar este fenómeno “han sido insuficientes” y han tenido, a su juicio, muy pocos resultados.Por ello, han solicitado a la Junta “que no continúe con las estrategias de marear la perdiz” y que no se sucedan las comisiones de estudios y grupos de trabajo “sin llegar a compromisos claros”.Además, han calificado la situación como “uno de los mayores desastres ecológicos de nuestra comunidad” y han lamentado las “consiguientes perdidas ambientales, laborales y sociales”.